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Plagas del huerto - causas y prevención

El verano es la estación más abundante en el huerto. Las plantas crecen con vigor y los frutos lo llenan de color, pero el calor súbito de los meses de julio y agosto también puede crear condiciones que hagan a nuestras plantas más susceptibles a ciertas plagas.

Antes de hablar de métodos específicos para prevenir y solucionar plagas, es importante entender cómo las plantas se defienden de ellas por si solas, ya que lo más eficaz y eficiente, es promover esos mecanismos naturales que ya existen para evitar problemas en primer lugar


El sistema inmune de la planta


A diferencia de la mayoría de los animales, las plantas no pueden huir de los factores de estrés u otras condiciones indeseables. Deben convivir con su entorno constantemente, por lo que sus sistemas de regulación internos son particularmente importantes y más sofisticados de lo que pensábamos hace un par de décadas.


Al igual que los animales, las plantas tienen un sistema inmune. En el esquema, vemos como al entrar en contacto con la planta, cada patógeno expresa patrón molecular específico (PAMPs y MAMPs) que la planta reconoce gracias a receptores que se hallan en la superficie de las células (PRRs). Con esta información, el sistema inmune de la planta procede a generar las defensas apropiadas, pero el duelo no acaba aquí. Los patógenos segregan sustancias que inhiben el sistema de defensa de la planta.


En esencia, una plaga se convierte en un problema cuando consigue sobrepasar los sistemas de defensa de las plantas. A partir de este momento, llega un punto en el que el problema se hace visible y empieza a afectar su salud y productividad.


Tanto en agricultura ecológica como convencional, afrontamos estas plagas combatiéndolas con sustancias repelentes o venenosas para las mismas. Más plaga, más veneno. No se suele ir mucho más allá (aunque parece que poco a poco empieza a cambiar en agricultora ecológica).


Tanto es así, que es común escuchar:

A: ¿Por qué le ha salido oídio a mis tomateras?

B: ¡Porque no les has echado azufre!


En otras palabras, tratamos las plagas como si su origen fuera una planta deficiente de pesticida, cuando la raíz verdadera (o parte de ella) es que la planta tiene un sistema inmune debilitado.


Es importante recordar también que cuando una planta no está en sus condiciones ambientales adecuadas (temperatura, humedad, luz solar...), no podrá expresar su potencial genético, lo que la hará constantemente susceptible a plagas. Esto se observa, por ejemplo, en los cultivos de verano a final de temporada, cuando la humedad sube y la temperatura baja. En tal caso, lo mejor es pasar al cultivo siguiente.


Las plantas sanas son plaguicidas naturales


Partiendo de la base de que una planta se encuentre en sus condiciones ambientales adecuadas, el determinante de su nivel de salud se puede reducir a: el acceso que tiene la planta a los nutrientes que requiere. Como explicamos en este artículo, el acceso a nutrientes no está determinado únicamente por la presencia de estos, sino por el equilibrio y salud general del suelo.


Cuando una planta se encuentra en un estado de salud óptimo, es capaz de realizar la fotosíntesis de forma más completa, así como una síntesis de los aminoácidos, carbohidratos, proteínas y lípidos que los convierten en estructuras más complejas, volviendo a las plantas inmunes a insectos, hongos y otros organismos patógenos, cuyo sistema digestivo solo es capaz de digerir estructuras simples en sus tejidos (glutamina, amonio soluble etc.). Esto compone a la mayoría de las plagas comunes. Por lo tanto, estos organismos, sólo tienen la capacidad de atacar a plantas en estados inferiores de salud.

Recordemos que las plagas cumplen ciertas funciones en el ecosistema, y una de ellas es deshacerse de los organismos que no están en un buen estado de salud. Por lo cual, el primer paso siempre va a ser mantener nuestras plantas sanas siguiendo los principios del cuidado del suelo (pronto artículos al respecto).


Este razonamiento nos llevaría a pensar: cuando aparece una plaga, teóricamente, si actuamos pronto, es posible eliminar el problema por completo corrigiendo las carencias de nuestro cultivo. Y en efecto, así es. Uno de los mejores ejemplos documentados de esto es el trabajo de John Kempf.


En la práctica


Es cierto que diagnosticar exactamente qué carencias tiene nuestro cultivo es una tarea difícil, y muchas veces imposible ya que puede requerir herramientas sofisticadas o mucho conocimiento, así que no queda otra que experimentar. Aún así, no debemos perder la oportunidad que nos da la aparición de una plaga, para intentar averiguar cuales son las deficiencias de nuestros cultivos.


Ya que este diagnóstico puede llevar tiempo, a menudo será necesario recurrir a soluciones como insecticidas o fungicidas ecológicos para salvar el cultivo (para aprender más sobre esto, échale un ojo a este artículo, donde te hablo de los remedios ecológicos para las plagas más comunes). Para aportar a la planta lo que necesita para defenderse por si sola, podemos acompañar estos remedios de fertilizantes y bioestimulantes (preferiblemente líquidos, ya que estamos buscando una acción rápida).


A continuación, un resumen de los nutrientes o factores importantes frente a distintos tipos de plaga, en base a los hallazgos de John Kempf por medio del análisis SAP:


Los nutrientes principales que buscaremos añadir frente a hongos que atacan a la raíz como fusarium, verticillium, phytophtora...:

- Magnesio

- Hierro

- Manganeso

- Nitrógeno

- Fósforo


Los nutrientes principales que buscaremos añadir frente a insectos como el pulgón, mosca blanca, áfidos...:

- Magnesio

- Azufre

- Molibdeno

- Boro


Frente a hongos y bacterias que atacan a las hojas como el mildiu, tizón, oidio, cancro/mota bacteriana... así como frente a nemátodos y todo tipo de escarabajos, necesitamos establecer un microbioma fuerte y sano en nuestro suelo, para así empezar a obtener gran parte de su nutrición en forma de metabolitos microbianos, lo cual le conferirá a la planta y su rizosfera una protección superior contra las plagas.


Con esto, puedes encontrar los fertilizantes ecológicos que le aporten a tu cultivo lo que necesiten y hacerte una idea de qué nutrientes muy importantes se suelen pasar por alto. Tanto Biohuerto.es como Cocopot.es tienen una buena selección de fertilizantes ecológicos.


Pesticidas convencionales (sintéticos)

Durante ya muchas décadas, la agricultura convencional se ha centrado en luchar contra las plagas por medio de insecticidas y fungicidas sintéticos. Curiosamente, estos productos causan en la planta el proceso contrario a la síntesis de proteinas: la proteolisis. Es decir, que son tóxicos para las plagas pero a la vez vuelven a la planta más vulnerable a sus ataques. Por lo cual, lo que consiguen es incrementar la dependencia en estos productos tóxicos sin solucionar el problema real. A tener en cuenta.


Más pesticidas -> más susceptibilidad a plagas y enfermedades


Medidas alternativas de prevención y disminución general de plagas

  1. Mantener suelo sano y fértil

  2. Espaciar las plantas suficiente (que corra el aire)

  3. Agua justa (ni mucha, ni poca)

  4. Biodiversidad Plantar capuchina, albahaca, caléndula, tagetes y demás en nuestro huerto.

  5. A ser posible, poda las partes de la planta afectadas por la plaga (siempre intentando no eliminar más del 50% de la superficie de la planta, ya que la podemos estresar aún más de esta manera)


Referencias:









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